Lo confieso. Ayer asistí por primera vez a un directo de Sofía Ellar y salí maravillada del recinto. Ya de por sí, cantar en el emblemático Estadi Olímpic impone, pero la sencillez y la dulzura dominaron a cualquier nerviosismo que, por cierto, era imposible notar.
Presentando en Barcelona su nueva gira "Cancha y gasolina", la catalana jugaba en casa y eso se notó. El público la aclamaba, coreaban cada una de sus canciones y, si hubiera sido por ellos, la noche hubiera sido eterna.
No sé qué tiene Sofía que te atrapa. Como un imán del que no te puedes despegar. Canción tras canción, todas ellas con mensajes muy significativos y directos a la mente y al corazón. Cantautora de pura cepa, de las que se abre en canal para convertir sus vivencias en auténticos himnos.
Cómo será, que hasta vivimos una pedida de mano en directo. Elegancia, pureza y sentimiento. Esos son los calificativos que me atrevería a destacar de Sofía después del directo de ayer.
Esto sólo acaba de empezar. Le espera un verano repleto de actuaciones alrededor de nuestro país, ciudades entre las que se incluyen: Bilbao, Sevilla, Valencia, Murcia, Alicante, Santander, Granada, Zaragoza y un largo etcétera.
Nunca es tarde si la dicha es buena. Eso es lo que me pasó a mi ayer. Y suerte tuve de cruzarme con una ex-compañera de Facultad, quién me advirtió que lo que vivía ella con las canciones de Sofía y, especialmente con sus directos, se quedaba para siempre en la memoria y en la retina. ¡Qué razón tenía!
Gracias por una noche inolvidable, Sofía Ellar.
Gracias por inundar el #CruïllaXXS de amor y paz.
Gracias por tu música.
Simplemente, GRACIAS.
Artículo de Eva Ladevesa (twitter.com/miviajemusical) para ElFiesta.es