El joven artista gallego Daniel Da Silva acaba de presentar Bailando en la luna, su primer gran single acompañado de un espectacular videoclip creado con inteligencia artificial. Una obra que no se limita a ser una canción: es la carta de presentación de un proyecto multidisciplinario y sensorial donde música, cine y emoción se funden en un mismo universo.
Inspirada en la ópera Turandot de Giacomo Puccini —en el año en que se conmemora el centenario de la obra y del fallecimiento del compositor—, la canción propone una lectura poética y contemporánea de un clásico universal. En ella, Da Silva narra la historia de un joven que se enamora de Turandot, símbolo de un amor imposible, misterioso y etéreo. La narrativa se convierte así en metáfora del deseo, de lo inalcanzable, entre lo operático y lo pop, con un pulso íntimo y una sensibilidad única.
El proyecto ha sido desarrollado durante dos años con la producción musical de Miguel Ángel Arenas “El Capi”, una de las figuras más influyentes de la industria española, y la dirección creativa de David Navarro (DN7). El resultado es un manifiesto artístico que trasciende géneros y etiquetas, en el que cada detalle está cuidado para generar una experiencia que se ve, se siente y se vive.
Daniel Da Silva, formado desde su infancia en disciplinas escénicas, físicas y musicales, es un artista total. Su lenguaje nace del cuerpo, del movimiento, de la interpretación y del sonido. Entre sus referentes laten Carmen Amaya, Josephine Baker, Rita Hayworth, Madonna y Michael Jackson, pero su voz y su presencia escénica son propias, vibrantes y desafiantes. Su universo artístico se mueve con naturalidad entre la danza, el cine, el pop y lo operático, con un imaginario onírico y cinematográfico que busca hacer de cada canción un mundo en sí mismo.
Criado en A Guarda, en la costa gallega, Daniel Da Silva mostró desde niño su pasión por el espectáculo. A los cuatro años ya improvisaba escenarios en fiestas para imitar a estrellas españolas y de Hollywood. Con el tiempo se formó en danza, canto, saxofón, interpretación y artes marciales, participó en certámenes de hip hop y fue alumno de reconocidos coreógrafos internacionales. Su versatilidad lo ha llevado a construir una trayectoria en la que cada paso es un acto de creación integral.
Tras el éxito de su single Arriquitaun, estrenado en la Nochevieja de TVE y que alcanzó el número uno en diversos países, Daniel Da Silva se abre ahora a un nuevo capítulo con Bailando en la luna. Una propuesta donde la tragedia clásica se transforma en un relato íntimo y contemporáneo, en el que el amor imposible se convierte en arte vivo.
Con esta obra, el artista no solo marca un hito en su carrera, sino que se posiciona como una de las voces más originales y prometedoras de la escena actual. Daniel Da Silva no canta canciones: construye mundos. Y este es apenas el primero de muchos que vendrán.