Pablo Mena es de esos nombres que no suelen figurar en los titulares, pero sin los cuales las grandes producciones no suenan igual. Lo suyo no empezó en un estudio de grabación, ni tras años de mover perillas en la sombra. Al contrario, este mexicano dio sus primeros pasos frente a las cámaras como conductor de televisión en MVS, en una prometedora carrera mediática que parecía tenerlo todo. Hasta que decidió dejarlo todo y empezar de cero, cambiando el foco, las luces y el guion, por cables, frecuencias y la minuciosa tarea de capturar la esencia sonora de cada proyecto.
Hoy, Pablo Mena es uno de los sound mixers latinos más destacados en Estados Unidos. Su trabajo en producciones como “The Secret of Skinwalker Ranch” para History Channel lo ha colocado en el radar de la industria por su precisión técnica y capacidad de resolver lo imposible. Un ejemplo: grabar a 21 personas de manera simultánea en medio de un entorno hostil para los equipos electrónicos, todo gracias a una coordinación quirúrgica de frecuencias inalámbricas. “Fue uno de los mayores retos que he enfrentado, y también de los más gratificantes”, cuenta Mena.
Pero no se queda ahí. Este 2025 firmó su nombre en campañas de alto perfil durante el Super Bowl, trabajando con marcas como RAM, JEEP, Carl’s Jr. y Fox Sports. En un terreno donde todo debe sonar impecable en segundos de emisión, Mena se ha ganado su espacio por su oído afinado, su velocidad de reacción y, sobre todo, por su capacidad de conectar con quienes están frente a la cámara. “Nuestro trabajo es íntimo, no es solo poner un micro y darle al rec”, explica. “Necesitas ganarte la confianza de los actores, presentadores o deportistas, porque todo lo que digan o callen depende de cómo te perciban”.
Mientras la tecnología avanza, la inteligencia artificial automatiza procesos y las producciones digitales ganan terreno, Pablo no pierde el sueño. Para él, el factor humano sigue siendo insustituible. “La imperfección perfecta es lo que hace memorable un sonido, esa respiración fuera de ritmo, ese roce accidental... la IA no puede replicar la humanidad en tiempo real”, sentencia.
El futuro de Mena apunta a lo grande. Aunque le gustaría incursionar en el cine con un largometraje, por ahora, las producciones publicitarias y televisivas lo mantienen tan ocupado como motivado. Y es que en una industria donde pocos latinos logran hacerse un hueco en los niveles más exigentes, Pablo Mena ya no solo mezcla sonido: mezcla experiencia, intuición y carácter para dejar claro que lo suyo no es casualidad.