Mika celebra el poder del amor eterno con “Immortal Love”, una nueva oda pop a la resiliencia y la fantasía

Mika vuelve a demostrar por qué es una de las figuras más singulares y queridas del pop internacional con “Immortal Love”, una canción que encapsula a la perfección la esencia de su universo artístico: melodías vibrantes, emoción desbordante y una mirada luminosa sobre la vida incluso en medio de la adversidad. El tema se presenta como una reflexión profunda sobre el amor que trasciende el tiempo, las identidades y las experiencias, un sentimiento que permanece intacto a través de las múltiples vidas que habitamos.
En “Immortal Love”, Mika canta desde la experiencia de haber sido joven y viejo mil veces, de haber caído y renacido una y otra vez. La letra funciona como un manifiesto existencial que conecta lo invisible —las emociones, la energía, el vínculo humano— con lo eterno. El amor, en esta canción, no es efímero ni circunstancial, sino una fuerza inmortal que viaja, resiste y vuelve siempre a encontrar su camino. La repetición del saludo “hello” actúa como un puente entre lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos.
Musicalmente, el tema mantiene el característico realismo mágico de Mika, combinando un pop expansivo y emotivo con una interpretación vocal cargada de matices. Su voz, entrenada desde la infancia en el ámbito clásico y operístico, vuelve a desplegarse con naturalidad, sosteniendo una canción que habla tanto al corazón de los inadaptados como a un público global que ha encontrado refugio en su música durante años.
La trayectoria de Mika es, en sí misma, una historia de transformación y supervivencia. Nacido en Beirut y criado entre París y Londres, su infancia estuvo marcada por constantes mudanzas, episodios traumáticos y el acoso escolar, experiencias que lo llevaron incluso a dejar de hablar durante un tiempo. Fue entonces cuando la música se convirtió en su salvavidas. Desde sus primeras composiciones a los siete años hasta su formación en el Royal College of Music, Mika encontró en las canciones un lenguaje propio para expresar lo que no podía decir de otra forma.
Su irrupción mundial llegó en 2007 con “Grace Kelly”, un número uno en Reino Unido que abrió el camino a Life in Cartoon Motion, un debut arrollador que convirtió su pop colorido y teatral en un espacio seguro para quienes se sentían fuera de lugar. A lo largo de los años, discos como The Boy Who Knew Too Much, The Origin of Love o No Place in Heaven ampliaron su paleta sonora y emocional, mientras que trabajos más recientes como My Name Is Michael Holbrook y Que ta tête fleurisse toujours mostraron una faceta más madura, íntima y reflexiva, sin perder nunca la chispa fantasiosa que lo define.
Además de su carrera discográfica, Mika ha consolidado una fuerte presencia mediática y cultural como jurado en programas como The X Factor Italia, The Voice France y The Piano, así como coanfitrión de Eurovisión 2022. Su compromiso social también ha sido constante, participando en conciertos benéficos y recibiendo reconocimientos oficiales por su labor humanitaria, especialmente vinculada al Líbano.
Con “Immortal Love”, Mika vuelve a tender la mano a su público desde un lugar honesto y universal. La canción no solo celebra el amor romántico, sino también la conexión humana, la memoria emocional y la certeza de que hay sentimientos que sobreviven a cualquier cambio. En un mundo marcado por la incertidumbre, Mika apuesta de nuevo por la fantasía como herramienta de empoderamiento, recordándonos que, aunque no siempre podamos ver lo esencial, el amor inmortal sigue ahí, sosteniéndolo todo.





















